Para ti mujer que estás rota.
Quizá tu destino no era estar
completa.
Quizá tu destino era que tú
recogieras tus pedazos
E hicieras algo totalmente
nuevo con cada uno de ellos.
Para ti mujer que estás loca.
Quizá tu destino nunca fue
estar cuerda.
Quizá tu destino era ser
distinta al resto de mujeres.
Tú no
has nacido para que nazca otra como tú.
Para
ti mujer que estás triste.
¿Quién
te dijo que las lágrimas no sonríen?
¿Quién
te dijo que la noche no se acaba?
Hay un
sol que madruga desde las perlas de tu boca.
Para
ti mujer que te sientes sola.
Otras
soledades pueden acompañar a la tuya.
Otras
sonrisas pueden sonreírle a la tuya.
Otros
besos pueden estrellarse en tu frente.
Para
ti mujer que te sientes vacía.
Tú
eres universo. Eres eterna, infinita.
Eres
el vacío y los astros que lo habitan.
Es que
a tu corazón le sobra corazón.
Para
ti mujer que no ves el norte.
Recuerda
que tú eres la estrella.
Tú
eres la luz para los viajeros.
Tú
guías los latidos de otras almas.
Para
ti mujer que te sientes de otro mundo.
Lo
eres. Eres el final del arcoíris.
Eres
lo que sucede cuando cerramos los ojos.
La
realidad detrás de las fantasías.
Para
ti mujer que te crees poca cosa.
Recuerda
que estas compuesta de versos.
Que
tus labios son tuberías perpetuas de besos.
Que eres
lo que sueñan los sueños al soñar.
Para
ti mujer que no me ama.
No
importa porque yo te amo.
Y yo
soy la sombra de las sonrisas.
Yo soy
el reflejo de tus lágrimas al caer.
Para
ti mujer que no sabes quién soy.
Soy
eso, el desconocido que está sin estar.
El que
puede venir de cualquier parte.
Soy el
aire que está entre tus brazos.