martes, 20 de marzo de 2018

SOLO EN MIS SUEÑOS


Cuando caigo en la oscuridad de la luz, te veo.
Cuando cierro los ojos y abro mi alma, allí estás.
Te tengo, te abrazo fuerte y no lo creo.
Te sujeto, te lloro y te vas.

Transito por el infierno de mi cabeza.
Infierno color cielo cuando apareces.
Hay sentada una anciana que reza.
Y un obispo pecando mil veces.

En marcha triste van los muertos caminando.
Miro incluso a través de sus ojos pero no te encuentro.
¡Oh mujer! Mis lágrimas te están buscando.
Un demonio muere riendo desde el centro.

Hay un crujir de dientes y desesperación.
Me tropiezo con Dante y Virgilio.
Atravieso la hoguera y la emancipación.
Por error, en el Vaticano y su concilio.

¿Dónde estás mujer? ¿Dónde estás?
¿Qué no ves que me estoy desangrando de ti?
Me has amado antes pero… ¿Ya no más?
Lloro pedazos de carne de mí.

Y sin darme cuenta estás abrazándome.
Te veo y me encandilo con tus soles.
Empiezas al dolor acariciándome.
Asumir, los papeles, los besos, los roles.

Desnúdate para vestirnos con nuestras pieles.
Enreda a mi verbo con tu boca.
Bebamos nuestros azufres y mieles.
Mata a la asfixia que me sofoca.

Hagamos la guerra haciendo el amor.
Haz realidad mis malas intenciones.
Matemos al frío con nuestro calor.
Abre tus piernas y sintamos pasiones.

Abro los ojos y se cierra mi alma.
Desperté de mi cabeza.
Rasguño mis palmas.
¡He perdido a la princesa!

Hay una tú en otro lado.
Y hay una tú en este plano.
Una me hace sentir amado.
Otra que todo es en vano.

Te pregunto si alguna vez serás mía.
Te lo pregunto con gestos muy risueños.
Me contestas con mucha alegría.
En tus sueños, pequeño, en tus sueños.

HOY VOY A SOÑAR.