sábado, 14 de noviembre de 2020

TIEMPO

Hay un fantasma que me persigue.

Las memorias que fueron apuñaladas.

Escucho el silencio bañado en ausencias.

Mis venas transportan olvido al corazón.


Te di lo que no puedo recuperar: tiempo.

En el tiempo vivieron mis sonrisas y mis lágrimas.

En el tiempo vivieron tus besos y mis versos.

En el tiempo fue todo cuanto fui.


Te lo di todo. Te di mi tiempo.


¿Me devolverás acaso todo lo que cupo en él?

¿Me devolverás mis sonrisas y tus besos?

¿Me devolverás mi energía, mi esperanza y mi fe?


Lo que tengo ahora.

Lo que me diste fue:


Traición sazonada con indiferencia.


Lo que sé ahora.

Lo que demostraste fue:


Que un "para siempre" es un "hasta nunca".


Lo que pasa ahora.

Lo que sentí fue:


Que perdí... perdí.


Has hecho que hasta el aire me asfixie.

Me ahorca y me amenaza con dejarme vivir.


Quizá solo me necesite a mí.

Pero hasta a mí me perdí.

Me perdí en el tiempo que te dí.


Envejecí brevemente contigo.

Tú luego decidiste envejecer con alguien más.

Porque a la juventud nunca vamos, sino que de ella partimos.


Siento que dañaste a cada yo en cada línea de tiempo. 

Mi dolor siempre me acompañó, pero ahora entiendo la razón. Te dí lo que no debí:


Tiempo.


Parece una palabra insignificante, pero cuando se pierde, se agoniza.


Y yo perdí todo.


¿Mereceré más tiempo?


Si lo tengo, se lo daré a este papel.

A este lápiz sin borrador.

A la mesa que los sostiene.

Los únicos amigos que escuchan.


Porque la verdad es:


Que nadie entiende la lágrima ajena.