Hoy, me duele grande tu sonrisa.
Soy víctima de una cordura loca.
Pálpitos que se suicidan con prisa.
Deseando besar las perlas de tu boca.
Disparas curvas color diamante.
Me miras y se congela el alma mía.
Quiero tapar tu sol con labios amantes.
Morir por siempre en tan brillante agonía.
Me duele verte porque la luz destruye.
Se están incendiando todas mis venas.
¿A dónde van tus besos que se escabullen?
Se marchan tus besos antes de la cena.
Ven, incrusta tus perlas en mi piel.
Haz una marca que viva en la eternidad.
Que huela mi carne tu aliento de miel.
Que tu luz brille con mi oscuridad.
Que dancen a muerte los deseos.
Que se tatúe en mi pupila tu silueta.
Que resucite en mí el Odiseo.
Y que seas la eterna Ítaca, mi meta.
Cierro los ojos e imagino
tu olor.
Ojalá muera en mis
pensamientos.
Siento que me envenené con
amor.
Y rompen mi pecho los
sentimientos.
Cerraré mis ojos en tus
pétalos.
Apretaré con mi mano tus
espinas.
Sangraré como el corazón
de Dédalo.
Lloraré mi rechazo en tus
esquinas.
Poseidón también ama tu
isla de perlas.
Necesito un latido tuyo
lleve mi nombre.
Tus sonrisas… Quiero
tenerlas y perderlas.
Buscarte por siempre en el
cielo del hombre.