La
vergüenza es la que nos suele vestir.
Nos
aterra gritar estando desnudos.
Con
la desnudez no se puede mentir.
O se
dice la verdad o nos quedamos mudos.
Una
vez desnudaron a un desnutrido país.
Pensaron
que éste se quedaría callado.
¡No!
Gritó, gritó llorando para ser feliz.
Se
enfrentó desnudo a villanos armados.
A
aquel país lo dejaron sin nada.
Sin
techo, sin vida, sin alimento.
La
pesadilla en el cuento de hadas.
Pero
se levantó entre su sentimiento.
Los
opresores no sabían cómo actuar.
Lo
habían desnudado hasta del miedo.
Le
dispararon pero ese país empezó a brillar.
Había
arcoíris entre las lágrimas de sus dedos.
Se
fue de frente aquella nación hambrienta
Contra
quienes vestían color crueldad.
Sus
valores no estaban a la venta.
No
agachaba su cabeza ante tanta maldad.
Calló
a la garganta tirana mostrando su piel.
Tembló
quien disparaba balas de demencia.
Todos
bebimos con nuestros ojos de su miel.
Todos
veneramos a la desnuda irreverencia.
Excelente...
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