El
aire lleva, trae suplicas.
En el
cielo todas se reciben.
Se leen
como denuncias públicas.
Que mueren
y reviven.
En el
trono hay un agobiado.
¿Soñará
el que no puede dormir?
Siguen
llegando gestos malcriados.
Y quejidos
que no paran de insistir.
Si da
libertad, es castigador.
El hombre
mata a más hombres.
Si da
látigo, es un dictador.
O peor,
le quitan el nombre.
Creen en
los dioses políticos
En los
rojos, amarillos o azules.
Entonces
queda el espíritu paralítico.
Y los
milagros encerrados en baúles.
Por el
color se engaña a la vista.
Los
enviados no tienen sonrisas bellas.
Pongan
atención a lo que conquistan.
Ellos
no buscan colores, buscan estrellas.
Entonces
el cobarde se cree inocente.
Mueren
entre suplicas y oraciones.
Porque
Dios envía a sus valientes.
Y
cobardes devoran cual tiburones.
Hipócrita
el que reza y no hace.
Es el
peor de los demonios.
Predica
verdades que nunca nacen.
Son demonios
que sufren de insomnio.
No escucha
suplica el oído vagabundo.
Pero el
hombre hace de sí un “Dios”.
Miente
y lo aplaude todo el mundo.
Viene
el llanto y muchos decires “Adiós”.
muchas veces es tanto lo q pedimos a Dios q creo se agota d tanta suplica... mi pensar es este: xq pedirle tanto si la mejor forma de lograr las cosas es luchando x lo q queremos, a Dios solo le podemos pedir bendicionesy q nos guie para salir bien, para llegar a buen termino lo emprendido... como seres humanos debemos comprender q Dios habita en el alma y corazon de c/uno de nosotros y q d nosotros depende lograr las metas, con solo cerrar los ojos y ver el amor infinito q nos invade xq dios enta en ti, en mi, en todos... gracias x dar mensajes q conllevan a reflexionar
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